El actual reto es ir un paso más allá en la aplicación del
Internet de las cosas (IoT) en los aeropuertos con el objetivo de crear un
ecosistema conectando tierra y vuelo para poder gestionar mejor los recursos y
proporcionar a los pasajeros mensajes específicos de destino.
Una vez dentro del avión, un estudio realizado por FTE
apunta que desde el rendimiento del motor y el sistema IFE, hasta los sensores
en los asientos de las aeronaves podrán monitorizarse en tiempo real a lo largo
de la próxima década.
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